Este 2019 se celebran cinco años de la fundación de Comedia ES, grupo de Stand-Up Comedy en El Salvador. Revista Café irlandés tuvo la oportunidad de conversar con Fer Rodríguez, director del grupo y uno de los precursores de este género en el país.
Maridaje recomendado: Café
Por: Felipe A. García*
Foto cortesía: Luis Montes
El Stand-Up Comedy no es un género nuevo. Sin embargo, aquí en El Salvador, apenas está comenzando. ¿Cómo definirías a los salvadoreños el tipo de humor que trabaja el stand-up?
En nuestras latitudes es muy diferente que en resto del mundo. El humor anglosajón, por ejemplo, es más directo, crítico, de mayor protesta. Y en nuestras latitudes, en Latinoamérica, el stand-up que se hace es más de divertimento. Aunque también se puede hablar de crítica social, nos enfoquemos más en el divertimento. Nos gusta reírnos de las cosas que nos pasan, del dolor. En Latinoamérica tenemos mucho dolor, mucho sufrimiento político, ambiental y social. Nos gusta reírnos de eso, así como también de la persona, de cómo somos y las situaciones cotidianas. Esa es la diferencia que arrastra El Salvador. El Salvador es una tierra pequeña. Y en pueblo pequeño, infierno grande. Nos gusta reírnos de cómo somos.
Como muchas otras disciplinas culturales en El Salvador, imagino que la comedia tiene ciertas carencias en el país. ¿Cuál sería un escenario ideal para el stand-up en El Salvador?
Sería uno en el cual los shows de stand-up salgan de San Salvador y tengan buen recibimiento en el interior del país. Porque si ya de por sí el país es muy pequeño, San Salvador es aún más pequeño y hacinado. Para nosotros sería ideal que también estuvieran activos los departamentos. Lamentablemente no es así. Cuando salís de San Salvador, en lugares como Santa Ana y San Miguel, se pueden encontrar actividades artísticas, pero usualmente están patrocinadas por las alcaldías o algún organismo internacional que hace que la gente no pague por los shows. Ir a esos lugares con el concepto de cobrar por un show de comedia es bastante difícil. Eso ha dificultado que esta iniciativa crezca a la velocidad que quisiéramos. Pero creemos que hay que seguir sembrando para poder cosechar eso más adelante. Por el momento la comedia es un movimiento incipiente. Apenas tenemos cinco años. Como grupo hemos logrado muchas cosas, pero todavía no llegamos a nuestro ideal.
Su inicio en la comedia vino acompañado con la fundación del grupo Comedia ES. ¿Cómo surge este grupo y cuál era el objetivo que se plantearon?
A partir del primer taller de stand-up que se hace en el país, tenemos la necesidad de presentarnos. Convoqué a la gente que estaba en el taller y les planteo reunirnos de manera periódica. En el mismo mes que llevamos el taller, surge la primera presentación que fue en la casa de un amigo. Él fue quien nos impulsó. Nos preguntó cuándo íbamos a hacer algo. Si ya habíamos recibido el taller, debíamos hacer algo. Motivé al grupo y les dije que hiciéramos esa presentación. Estábamos bastante nerviosos. Hubo a quienes les fue muy mal por ser nuestra primera presentación. Pero a partir de eso quedamos picados y a mí se me apareció una oportunidad de presentemos en Plaza Futura con la obra de teatro de El Cavernícola. La plaza se llenó de gente que quería ver la obra. Logré convencer a Eli Madrid, quien era la productora, de permitirle a Comedia ES abrir el show. Ella creyó en el proyecto y me dijo que sí. Así fue como logramos abrir esa presentación de El Cavernícola que esperábamos ocurriera frente a unas 200 ó 400 personas y terminaron siendo mil 200. Para nosotros fue una locura que nuestra segunda presentación ocurriera frente a tantas personas. Desde esa noche ya no paramos. Así nació Comedia ES. El taller (de comedia) se siguió realizando. Mucha gente lo ha recibido, aunque actualmente sólo somos cinco personas en el grupo. Ya hay tres comediantes que ya no estarán con nosotros y que estuvieron desde el inicio. Ahora tengo un grupo nuevo de comediantes en formación que están muy entusiasmados. Quieren correr ya, pero me toca calmarlos y explicarles que primero hay que aprender a caminar.
Desde el inicio de Comedia ES, nos has confesado, han tenido buenas y malas presentaciones. ¿Qué tan importante es una mala presentación para la formación de un comediante?
Las malas presentaciones te forjan el carácter. Definen si querés seguir haciendo esto o no. Hay que tener necedad para este tipo de cosas, se trata de ser perseverante. Las primeras veces no se logra sacar la cantidad de risas que uno quiere. Eso es lo que te forja. Te define como persona porque si después de tres o cuatro malas presentaciones decidís dejarlo, entonces descubrís que la comedia no era para vos. Pero si decidís seguir y mejorarlo, entonces sí estás en el camino correcto. La gente que logra mejorarlo son los que al final obtienen el éxito. Otra de las cosas que ha obligado a gente a retirarse del grupo es la exigencia por escribir que tiene el stand-up. Cuando no se tiene la constancia, disciplina y perseverancia, el mismo stand-up te saca de la comedia.
Me llama la atención que todo el material que presentan al público lo trabajan en grupo. ¿Qué tanto incide en el éxito de un chiste esa retroalimentación grupal?
Muy importante. Hay comediantes que trabajan individualmente y hasta después presentan lo que ya tienen formado. Son comediantes que tienen la posibilidad de presentarse continuamente en un escenario. No tienen una realidad como la de El Salvador en donde el artista no es bien pagado, no es valorado, no hay muchos lugares donde presentarse y hay que rogar para que te concedan un espacio. Todas esas dificultades no permiten que tengamos el ritmo de escritura ni presentaciones que deberíamos. En nuestras latitudes es muy importante reunirnos porque no tenemos esa oportunidad de presentarnos tanto. Entonces el material no tiene tanta prueba. Actualmente no tenemos bares de Open Mic, aunque es uno de nuestros proyectos como Comedia ES a corto plazo. Necesitamos probar nuestro material con otros. Todos los comediantes a nivel mundial “tallerean». Nosotros acá tenemos la necesidad de formarnos en grupo para lograr salir adelante entre todos. Y no sólo lo digo acá en El Salvador, sino a nivel de Centroamérica.
Ser una persona graciosa o simpática no es suficiente para hacer Stand-Up Comedy. ¿Qué se necesita para subirse al escenario y hacer funcionar el material?
Hay muchas herramientas. Si bien es cierto que son herramientas que se pueden aprender siendo autodidacta, la formación en los talleres es vital. Un comediante debe tener claras las reglas de oratoria para manejar muy bien el escenario. El comediante tiene que tener una oratoria excelente para que su mensaje llegue por completo y de la forma que quiere a las personas. También debe conocer los tres pilares fundamentales de la comedia: la improvisación teatral, el clown y el Stand-Up Comedy. La improvisación teatral te da cierta filosofía. Porque los comediantes que se paran sobre un escenario deben conocer la mística teatral y respetarla. Si no se conoce esta mística teatral se corre el riesgo de faltarle el respeto al público, al escenario, al show y por ende fracasar.
¿Cuál es el peor error que puede cometer un comediante sobre el escenario?
No respetar al público. Eso significa no haberse preparado, no llevar aprendido su material, tratar de improvisarlo todo, no estar en el pleno uso de sus facultades mentales o físicas, como estar bajo el efecto de alcohol o drogas. Eso es un total irrespeto al escenario y al público. El público ha pagado un boleto para ir a ver un show de comedia, no para verte caer del escenario.
Este 2019 se cumplieron cinco años de Comedia ES. ¿Cuáles son los retos cumplidos a lo largo de estos años y los nuevos retos que les esperan como grupo?
El primer reto cumplido fue haber llegado a los cinco años. Fue un enorme reto porque siempre hay luchas de egos e intereses. Conciliar todo eso y hacer que funcione ha sido un reto enorme. Ha sido difícil conciliar los tipos de personas, juntarlas y hacerlas convivir para hacer equipo y salir adelante. Luego de estos cinco años ya hubo una separación y ahora nos toca reinventarnos como grupo. Otro reto cumplido es que hemos hecho el Festival Centroamericano de Comedia. Al principio nadie me creía que se podía realizar. Me tocó estar soñando que sí era posible, hasta que finalmente la gente comenzó ver que tenía razón. Ahora este festival tiene cinco años y ha permitido que Centroamérica entera se una…
¿Es decir que el Festival Centroamericano de Comedia es una iniciativa salvadoreña?
Sí. La idea nació de mi corazón y mente. Yo ni siquiera había recibido el taller de stand-up cuando ya hablaba del festival. La gente no me creía cuando les decía que sí era posible realizarlo. ¿Quién me iba a creer si apenas era una de las primeras personas que se iba a capacitar en stand-up en El Salvador, el país más chiquito de la región? Pero sucedió. El mismo año que hicimos el taller, ya estábamos organizando todo para el festival. Hoy cumplimos cinco años y se logró unir a toda la región. Ha permitido que todos los comediantes de Centroamérica se conozcan y comiencen a viajar entre los países de la región. Costó mucho hacerle entender a la gente que como región somos más fuertes. Y cuando lo entendieron comenzaron a apoyar más. Ahora el festival tiene nuevos retos. Este año es de cambios tanto para Comedia ES como para el festival. Todo esto es producido por Grupo Caverna, con un equipo maravilloso que me apoya. Carlos Lazo, Luis Montes, que están detrás de cada situación. Rebe González, mi esposa, quien es un pilar importante para todo esto y mi vida. Los retos que vienen son convertir al festival en una plataforma centroamericana que permita hacer circuitos de comediantes en toda la región. Que nos permita viajar de una forma más ordenada en cuanto fechas, lugares y producción. Hay otros retos en cuanto a Comedia ES y es el de volverse una escuela. Que no tengamos que esperar a que se haga un taller y que haya una formación modular con la que todo el tiempo se den talleres que alimenten al comediante. El grupo también tiene el reto de que, conforme hagamos esto, se genere competencia. Hasta el momento hemos tenido el monopolio de stand-up en El Salvador. No nos interesa conservar ese monopolio, pero sí ser el centro del stand-up en el país. Que todo lo que gire alrededor del stand-up nacional, también gire alrededor de Comedia ES. A pesar de que se formen otros grupos de comedia o comediantes individuales, todo esto permite soñar a otros. Pero quiero hacerlo todo de una forma sistemática, porque así es como ha funcionado. Uno debe entender que en un lugar donde no hay nada, uno no puede comenzar a hacerlo todo. En un lugar donde no hay nada, uno debe comenzar haciendo una cosa que desencadene otra y después otra. Pero no se puede hacer todo de una sola vez. La manera sistemática que hemos trabajado ha permitido que la gente en la región se sorprenda de cómo tenemos la producción y cómo hemos crecido como comediantes en tan poco tiempo. Porque sí tenemos calidad a nivel regional y yo creería que también a nivel latinoamericano. Tenemos la calidad para pararnos en cualquier escenario de Latinoamérica y demostrar que en El Salvador sí tenemos comedia.
*FELIPE A. GARCÍA (SAN SALVADOR, 1991) AUTOR DE LAS NOVELAS “HARD ROCK” Y “DIARIO MORTUORIO” PUBLICADAS POR LA EDITORIAL LOS SIN PISTO. “GRAN MAESTRE” EN PERDER LOS JUEGOS FLORALES DE EL SALVADOR.