El musicólogo chileno Pablo Palacios Torres, académico de las universidades de Valparaíso y Adolfo Ibañez de Chile, comenta sobre el documental «No somos leyenda (el arte también salva) de la cineasta salvadoreña Pamela Robin. Los invitamos a leer su comentario.
Maridaje recomendado: Café
Por: Pablo Palacios Torres
El documental “No somos leyenda (el arte también salva)” es una producción del año 2021, dirigida y producida por la destacada cantante y realizadora Pamela Robin, donde a través de una serie de entrevistas revela el estado de la escena de la industria musical y del arte en nuestro continente durante el contexto de la pandemia. La directora centra su preocupación en la delicada situación económica en la que los artistas han quedado por la pérdida de espacios públicos para ejercer sus oficios, en este sentido el Covid 19 reveló otra enfermedad de nuestro continente: la frágil situación laboral en contexto de normalidad que los creadores y trabajadores del arte mantienen. Legislaciones precarias y abandono por parte del estado, ausencia de resguardos de seguridad social, entre otros síntomas, son los que unen al parecer a los actores de la escena musical continental.
En los diferentes países la creencia que el arte no es un trabajo parece ser generalizada, ya que fue uno de los sectores más olvidados por parte del poder. Como se expresa en el relato de la realizadora, la ausencia de eventos no solo dejó a músicos sin trabajo, también fueron iluminadores, managers, técnicos, sonidistas y una interminable cadena de trabajadores que permiten que podamos disfrutar de la música en escena. En ese sentido, es imposible no recordar el concepto de las mediaciones que Hennion expone en “La pasión musical”. El olvido de la música como fenómeno social es una de las características que hacen que el poder siga considerando al arte como un producto de expresión personal no sujeto a las condiciones material y sociales en las que evidentemente se encuentra.
Las lecciones que nos deja el documental son grandes. Es deber de los gremios y de nuestra clase política poder constituir al arte como parte del problema del trabajo y sus agendas en cada una de la naciones. Por otra parte, y desde el punto de vista educativo, poder formar en la importancia del arte no solo en tanto expresión de una subjetividad, si no que también como un proceso de producción en donde participan una cadena de personas y oficios que requieren de nuestra valoración y conocimiento.
Creo que el documental es fundamental para comprender la realidad de la industria musical latinoamericana desde el trabajo. Pero también es una alerta que nos deja lecciones, al parecer ya no solo basta con agendas apretadas de eventos, el continente necesita un nuevo trato con los trabajadores del arte.
*Pablo Palacios Torres es musicólogo y académico de las universidades Valparaíso y Adolfo Ibañez en Chile.